¿No sería increible que existieran los materiales autorreparables? Aunque parezca de ciencia ficción ya hay varios experimentos científicos que tratan de lograr este tipo de materiales. Una variedad de materiales para usos diversos y que durasen más que su vida útil habitual.

Si pensamos en la naturaleza, los sistemas biológicos como nuestra piel tienen esta capacidad de autorregenerase ante un lesión. Entonces, ¿Por qué este mismo principio no podría aplicarse a los materiales de uso cotidiano?

Los materiales actuales podorían tienen una vida útil prolongada. Se utilizaría también para aquellos donde el acceso a la zona dañada pueda ser complicado o elementos que son propensos al desgaste, como puedan ser los recubrimientos de superficies. Las experimentaciones realizadas hasta el momento dan cuenta que no sería lo mismo el proceso de reparación en un polímero, en un hormigón o en un metal.

En realidad, no es un concepto que pueda aplicable a todo tipo de materiales ya que algunos cuando ya cumplen con su vida útil ya no vale la pena repararse.

Los polímetros son ideales para autorrepararse

En el caso de los polímeros son bastante versátiles y por ello serían los que más alternativas nos brindan para autorrepararse. Un método que se utiliza en la actualidad es introducir microcápsulas con monómeros en su interior. Así cuando el material se daña esta microcápsula libera su contenido, y la fractura se cierra, tras un proceso.

Uno de los usos más comunes para este tipo de materiales autorreparables sería para la pintura. En este caso sería ideal tener una pintura que se autorrepare, cuando se despinta una pared o un auto. Sin duda nos ahorraría mucho dinero.

¿Qué otros materiales podrían autorrepararse?

Si bien los polímetros ofrecen grandes ventajas para autorrepararse en otros materiales también podrían aplicarse. Es el caso de los hormigones utilizados para la construcción que suelen sufrir fisuras que producen filtraciones de agua. Aquí la solución se ha logrado mediante bacterias que se fijan en el hormigón y que se activan cuando el agua se filtra por una fisura, generándose minerales que tapan las mismas.

Para otro tipo de materiales como los metales o cerámicos, esta técnica de autorreparación resultaría más difícil, debido a las características propias de esos materiales. Sin embargo, se lograron muchos avances en estos, colocando un segundo material para reforzarlo. De esta forma se activaría en caso de algún tipo de avería en el material original.

En suma, sin dudas estos materiales autorreparables son el futuro de actividades como la construcción y este futuro está más cerca de lo que imaginamos.